Reglas de la casa: Mariana y Diego


Lo que Mariana y yo buscamos en nuestros compañeros de juego.
Nos gusta encontrarnos con otras parejas. Nos gusta jugar con otros, compartir cama, besos y caricias. Sin embargo no lo hacemos tantas veces como podría pensarse. Publicamos en internet los secretos de nuestra vida privada, pero somos una pareja tímida y selectiva. Disfrutamos de estar desnudos en público pero somos adictos al anonimato. El balance es difícil, necesitamos encontrar parejas a las que podamos conocer bien, saber que son buenas personas, inteligentes y honestas. Por otro lado, no queremos conocerlas tan de cerca, no podríamos tener sexo con amigos cercanos, pero nos gusta hacerlo con buenos amigos.
Antes de salir con otros, preferimos las largas comunicaciones en línea. Antes de dejarnos llevar por el mandato de la lascivia, preferimos cenar juntos, tomar tragos, hablar de sexo y de vacaciones. Mariana es quisquillosa, más con los hombres que con las mujeres. No tolera mucho el  sobrepeso y jamás podría estar con un alguien que se deje el bigote. Eso descarta, creo, a una buena parte de la pobalción.
A mí, por otro lado, lo que me seduce es la conversación y me gusta reirme. Me gusta estar cerca de gente que se  parece a mí, que no escribe "kiero konozerte", que no cree que las mayúsculas y las minúsculas son la misma cosa y que no define lo correcto y lo incorrecto a partir de la legalidad o de la moral en turno. Busco personas de las que se pueda aprender.
Pocas veces rompemos nuestros propios límites, algunas veces lo hacemos, pero preferimos establecerlos desde el principio, así no pasa nada si terminamos doblando un poco las reglas. Mariana es una niña consentida, que cuando se incendia, ilumina la ciudad por completo con el brillo de su piel. Yo soy un aspirante a casi todo, que amanece siendo adicto a la  poesía y termina el día soñando en código HTML.  Ambos amamos cenar, el vino, el café y un porro ocasional. Ambos sabemos que mirar a otra pareja, es mirar un espejo, y nos enamora encontrarnos del otro lado. Seguimos buscando...


La imágen que acompaña este post es de Sandra García y la descubrimos en: ErotizArte