La fantástica artista
Clio Chiang logró que se me quitara un poco el odio al 14 de febrero. El día de los enamorados se encuentra en los primeros lugares de la lista de cosas que me resultan aborrecibles. Todo rosa, todo cursi, y todos diciendo castas y pueriles declaraciones de amor mientras los hoteles de paso se abarrotan. Demasiada hipocresía a mi gusto, demasiado doble discurso. Sin embargo, esta ilustradora ha realizado unas monísimas tarjetas con dibujitos femeninos encuerados. El resultado es un lindo equilibrio, mono, sí y a la vez sensual. Una de esas sí me gustaría recibir este día de los novios.
