Principalmente con madera, pero mezclando otros varios materiales,
John Morris, un británico con residencia en Australia logra crear escenarios con cuerpos femeninos dotados de belleza e ingenio. Sus creaciones combinan un ideal femenino con elementos fetichistas que convierten el sujeto en un espacio para la ensoñación. Nada hay que haga al espectador pensar en lugares comunes, y sin embargo, mucho es lo que se puede encontrar de familiar en su trabajo, tal vez porque, de alguna forma, todos deseamos acariciar esas estilizadas siluetas.
Si alguien tuviera algunos miles de dólares sobrantes y estuviera pensando en mi regalo de cumpleaños,
Lethbridge Gallery es la responsable de la comercialización de estas maravillas.