Pensamientos en voz alta sobre el sexo en grupo
Cada vez escucho a más personas asegurar con vehemencia que una orgía requiere de, al menos, seis participantes. Es gracioso, porque la "certeza" proviene de un comentario que hace un personaje de Charlie Sheen en un programa de televisión, y que la gente, siempre necesitada de datos convirtió en un hecho científico. El parlamento va más o menos así: Uno, es masturbación. Luego hay sexo en pareja. Tres, son un trío. Siguen dos parejas swinger. Después, dos parejas swinger con un mirón y seis son una orgía (Men, Two and Half).
La verdad, a mí me parece más gracioso el chiste que, no sin cierta candidez, me contó algún alumno: "Si al sexo entre tres lo llaman threesome, y al sexo entre cuatro lo llaman foursome, ya sé por qué a mí me dicen handsome". El punto es que en los años que llevo en estas lides, he podido probar un poco de todo lo que este vasto mundo del sexo grupal ofrece, y en cada una de estas variedades he descubierto algo que me fascina. Llámenlo como quieran, que a mi las etiquetas me dan igual, pero siguiendo con el manual de estilo de Charlie Harper, les voy a confesar una, sólo una, de las muchas cosas que más me gustan de cada una de las tales categorías.
Lo que más me gusta de la masturbación
Su eficacia. Sólo hay que complacer a una persona y, en mí caso, esa persona suele ser bastante llevadera.
Lo que más me gusta del sexo en pareja
La comodidad., cuando se trata de una pareja estable. Hay tanto camino recorrido que follar es como tomar té caliente envuelto en una manta de microfibra. Cuando se trata de una persona nueva, lo emocionante. Las dos personas tienen toda su atención orientada a sacar lo mejor de sí mismos para que la experiencia sea extraordinaria. Casi nunca lo es, pero esa buena voluntad es tan escasa en otros rubros de la vida que, en el sexo, es para aquilatarse.
Lo que más me gusta del sexo en tríos
Si hablamos de HMH, lo explosivo. Me encanta la forma en la que todo sale de control por volcarse en la felicidad de un ser humano. En estas circunstancias, Mariana sale por completo de sí misma y a mí me enloquece la fácilidad con la que es posible hacer equipo con alguien más.
Si hablamos de tríos MHM, me gusta sentirme el anfitrión ideal de esa chica que, por obra y gracia del cielo, ha pasado a visitarnos.
Lo que más me gusta del sexo entre dos parejas.
Lo mismo que en el sexo en pareja pero multiplicado. Ya sé, suena obvio, pero no deja de sorprenderme la manera en la que una pareja se puede comportar, en estas circunstancias, como si fuera un individuo. La dupla genera una personalidad unívoca y eso se traslada al plano de lo sexual. Una cita entre cuatro, se parece mucho a una cita entre dos, con la variante de que muchos de los monólogos interiores se convierten en explícitas conversaciones.
Lo que más me gusta del sexo entre dos parejas y un mirón
La idea del mirón pasivo, no es lo máximo. Pero cuándo este se convierte en un integrante más de la fórmula, me encanta. En ese caso, quizá lo que más me gusta es la versatilidad. En tales condiciones a siempre hay alguien que rompe la simetría de las formaciones, dotando el espectáculo de matices y ritmos diferentes.
Lo que más me gusta de una orgía
Lo festivo. Me apasiona la idea de una concentración de placer tan grande. Se puede estar, se puede ver, se puede escuchar, se puede sentir la algarabía erótica de una masa que algunas veces tiene forma y otras, no.
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