El cabello de Mariana anda al galope
y en parvadas
Le gusta conjugarse de bajada
sobre unos hombros rebeldes
y seguir en el descenso,
dejarse llevar por la cabeza
a pastar sobre mis piernas,
laderas adormecidas por hormigas,
y despertar con su vuelo
genitales germinantes a la alza.
El cabello de Mariana
si no se moja, es una tormenta
un remolino de olor
a cosas que vienen en botella.
Si se moja es otra cosa,
la tormenta la lleva adentro
quien mire las gotas de cabello
que se escapan por la ruta
entre los senos
Diego Velázquez
Etiquetas: poesía