Si hay un mamífero dócil
es su espalda
mansa
se abre a tomar el sol
que le dejo beber
directo de mis manos
La espalda de Mariana
vive en simbiosis
con mis dedos
Disfruta cuando
niños perdidos en el bosque
salen de la mano
a caminar sobre su espina.
Diego Velázquez
Etiquetas: poesía