Una sirena mirando al sur



Para cuando sea el momento

Si me pides un suspiro,
te ofrezco un torrente de gemidos,
una nube cargada de caricias
que, dulce tormenta, granicen
sin piedad sobre tu cuerpo.
Amanece conmigo y te entrego
el collar que aprieta el cuello
de la luna
y mi barco y mi deriva
y mis cantos de sirena agradecida.
Si me abrigas en el sueño,
te regalo los secretos indecentes
que susurra el viento en mis oídos
y mis manos y mi ser y me esperanza.
Si tan solo me miras….
ay mi amor, música perpetua,
corazón sometido,
saldré tímidamente de la nada
para ser dichosamente tuya.

por Ana en Una sirena mirando al sur

Etiquetas: