No había pensado antes en ello, pero cuando Mariana y yo somos uno y nos vamos de copas, y ligamos o cuando escribimos un blog o un perfil en Facebook con la ulterior finalidad de encontrar alguien que comparta con nosotros cama y besos, somos la chica. Al menos, la chica mexicana, de las otras no puedo hablar. Casi nunca, o nunca, somos nosotros quienes empezamos plática con las otras parejas. Jamás hemos sido nosotros quienes abordemos a otros en redes sociales, sólo esperamos. Cuando álguien hace contacto con nosotros, somos corteses y si nos gustan, quizá un poco propositivos, pero no mucho. Jugamos, en general, el rol de quien quiere ser seducido y se deja cautivar. Eso sí, nos arreglamos, y mucho, nos ponemos guapos cuando diseñams el jardín, nos esforzamos por presentar fotos lindas, cuidamos lo que escribimos. Hemos incluso, pasado un año entero coqueteando en internet con otro par con el que, finalmente, nada se concretó. Pero nos gusta la pausa, cubrir y descubrir paulatinamente. Cuando el prospecto nos gusta, somos fáciles, supongo, pero nuestra estrategia no debe ser la más efectiva en este mundo donde quien pega primero pega dos veces. ¿Ustedes qué piensan?