
Gracias al siempre exquisito
Uno de los nuestros, descubrí a
Levon Baghramyan, un extraordinario fotógrafo dedicado principalmente a sorprender con sus imágenes de mujeres desnudas. Pocas veces me topo con artistas tan versátiles, de esos cuyo estilo es imposible identificar. El portafolio de Baghramyan es rico tanto en formas como en técnicas. Sus retratos están cargados de una definición poética que lo mismo encuentra ecos en el glamour que en implicaciones surrealistas. La única constante, además, por supuesto, de la calidad, es el énfasis en la belleza femenina, virtud que se puede explorar, evidentemente, desde todas las maneras.