Los 7 hábitos de los swingers altamente efectivos

Reflexiones sobre la vida swinger


Esto no es un decálogo

Aunque no pretendo que con tal título, alguien se tome muy en serio este artículo, algo de verdad encerrará. La pregunta de un lector me puso a pensar en las razones que hacen que a algunos nos vaya muy bien en la vida swinger y a otros..., a otros no. Casi siempre que hablamos del tema repetimos la frase usual, "Ésto no es para todos." Pero es posible que sí sea para algunos que por, llamémoslo falta de pericia liberal, no son capaces de sacar el mejor partido de sus devaneos en el lifestyle. 
Erte's Naughty Alphabet

Tomo como ejemplos de "swingers altamente efectivos" a aquellos que han, a partir de su experiencia en el medio, fortalecido su relación de pareja, a aquellos con más y mejores anécdotas y quienes nos parece que han encontrado en este estilo de vida un camino sólido a la felicidad. Como siempre, habrá quien tenga una historia personal distinta, y habrá quien haya aprendido otras cosas. Pero lo que busco es recopilar las estrategias nuestras y de otras parejas cuyo éxito estriba en su grado de satisfacción dentro del mundo liberal. Nos gustará mucho que agreguen en la sección de comentarios otros hábitos que, según su juicio,  ayuden a sacar el mejor provecho de ésta práctica.

Las parejas swinger altamente exitosas:


1.- Hablan de lo vivido en privado

Según cualquiera que haya leído la contraportada de un libro de superación personal, la comunicación es la base de toda buena relación. Según aquellos que vivimos hace más de dos semanas en pareja, la cosa no es tan sencilla. Sin embargo, incluir a otras personas en nuestra vida íntima siempre puede despertar dragones dormidos que, molestos por la interrupción de su sueño, causen problemas. Además, no todo lo que oculta el silencio es molesto, muchas cosas muy positivas pueden estar escondidas bajo la superficie de una armonía cotidiana. Hablar en pareja, al día siguiente de los hechos y con franqueza disipa muchos de los temores endémicos a las primeras experiencias, y ayuda a los dos a descubrir fantasías, deseos y "cosas que ni uno sabía que tenía". Casi todos los swingers que conocemos concuerdan en que platicar y rememorar sus aventuras les da gasolina para muchas noches inmorales más.


2.- No descuidan su vida sexual en pareja

Quienes entendemos el estilo de vida como un ingrediente más de nuestra complejísima y satisfactoria vida marital, hemos probado en más de una ocasión que el juego o el intercambio de parejas no sustituye el día a día. Es muy fácil caer en la tentación de comportarnos entre semana como matrimonio viejo y el fin de semana, al salir a swinguear, hacer que afloren nuestras conductas adolescentes y primaverales. Pero algo que saben bien los empresarios exitosos, es que primero hay que cuidar el capital que ya tenemos antes de aventurarnos a otras inversiones. Nuestras relaciones sexuales en pareja son nuestro patrimonio seguro y es siempre recomendable entender el lifestyle como un juguete que las potencia y nunca como un sustituto de ellas.


3.- Evitan los melodramas de prepa

Le llamamos estilo de vida, sí. Pero es un juego. Nada de lo que ocurra en un club o en un motel puede ser realmente relevante. Claro que, como toda actividad social es susceptible a susceptibilidades y en el medio hay cualquier cantidad de gente proclive al desajuste emocional. Como decían los anuncios de televisión: "Aléjate inmediatamente". No traten de ponerse nunca en medio de una tempestad, no vale la pena. Si el grupo de los fulanitos ya  se peleó con el de los menganitos, si Macaria le bajó el marido a Romualda y ahora no se pueden encontrar ni en el súper, si Gumaro se sintió porque Florencia de divinos ojos le hizo una mejor mamada a Bernabé que a él, nada de eso es asunto de ustedes. Sean corteses, sean amigables con todos y mantengan distancia prudente cuando se avecinen los conflictos. ¡Es un juego!

4.- Aseguran la comodidad de su pareja

Este punto tiene dos aristas. La primera es muy simple: si la persona a la que tú amas está feliz, tú también lo estarás. Si en un arranque de egoísmo, tú estás bien aún cuando la tal persona no lo esté, eventualmente no estarás bien. La segunda también es muy simple: las parejas que se tratan bonito, que son considerados el uno con el otro, que se notan como enamorados son mucho más atractivas como compañeras de juego. Nadie quiere buscarse como compañero de cama a alguien que no da la impresión de ser generoso, consciente o simpático.

5.- Cuidan su salud

La vida del swinger es dificl (agréguese aquí violines melancólicos). Desvelos, fiestas, alcohol y humo de cigarro son algunos de los elementos a los que estamos expuestos. Hay que estar bien preparado para resistir y no morir en el intento. El lado menos frívolo de este punto es obvio: La promiscuidad sexual lleva consigo muchos riesgos de los que hay que estar consciente para poder evitar. Usar siempre condón, hacerse exámenes periódicamente, ser clientes distinguidos del ginecólogo y cargar con un arsenal de desinfectantes, humectantes y otros potingues similares, es obligatorio para no sufrir un revés poco placentero.


6.- Se acercan a otras parejas

Este es el punto donde Mariana y yo flaqueamos. Nos causan mucha admiración las parejas que pueden acercarse y hablar con otros. Ligar dentro del medio es relativamente fácil, pero hay quienes arrastramos inseguridades añejas que nada le aportan al estilo de vida. Las parejas más exitosas que conocemos, las que se lían con más personas, las que a dónde viajan tienen siempre amigos, y las que más historias divertidas tienen para contar, son las que no temen dar el primer paso. Este ambiente se caracteriza por el sexo, evidentemente, pero tiene un componente social muy fuerte, incluso más protagónico que el sexo mismo. Por lo tanto, aquellos que manejan mejor sus relaciones interpersonales, suelen ser swingers más exitosos. Volvemos a la prepa, los chicos más populares son los que más se divierten.


7.- Dicen que no, y dicen que sí.

Seguramente ya han leído hasta el cansancio la frase "No significa no". Es cierto, y es importantísima. Pero, démosla por sentada. El problema es la insistencia en ejercer la libertad desde la perspectiva de la prohibición. Cuando nosotros empezamos, hace muchos años, había en nuestro catálogo de opciones muchos más "nos" que cualquier otra cosa. Con el tiempo aprendimos a dejar ir, a romper nuestros propios prejuicios y a admitir experimentos que, de otra forma, nunca hubiéramos probado. Es cierto, es esencial no hacer nada que no queramos hacer y la certeza de que nadie violará ese derecho nos da una seguridad muy grata. ¿Pero qué hay de lo que sí queremos? La ventaja más grande que yo encuentro en el mundo swinger en que me provee de una realidad alternativa dónde hay múltiples posibilidades. ¿No sería un desperdicio dejarlas pasar en pro de una sensación de seguridad que fácilmente podría ser la réplica de nuestra vida cotidiana?






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